20/12/15

¡Donde vamos a llegar!



Hoy voy a hablar de algo que poco tiene que ver con las motos, pero que sucede en nuestro entorno motero. No es cosa de hacer leña, pero cuando se cuestiona la honorabilidad de muchas personas hay que intentar poner cordura y verdad en el asunto. Pues bien, hace un tiempo que en Asturias proliferan los actos solidarios. Y eso esta bien. Hay demasiadas causas en las que poner nuestro granito de arena y Asturias siempre ha dado un paso adelante para ayudar. Pero esto puede cambiar de forma radical si se continúa dudando de quienes se prestan para organizar este tipo de actos, sacrificando tiempo y a veces dinero personal en el esfuerzo. Y es que varios de ellos han estado en boca de algunos por mor de ciertas acusaciones, la mayoría sin ningún, repito, sin ningún fundamento. 
 Como periodista me preocupa averiguar la verdad. Y como motero asturiano me molesta que estemos siempre cuestionados. No se si se trata de asuntos personales. Me parecería estúpido por parte de quienes lo hicieran. Y si hay verdad en las acusaciones, no entiendo que se diga en las redes sociales y no se haga nada por aclarar y descubrir, ante la ley, a quienes cometan el delito. O al menos deberían intentar descubrir, cuando se les pone en bandeja la oportunidad, a quienes acusan. Y veréis por que lo digo.

Un grupo de personas, de forma desinteresada, se reunió para llevar a cabo un especial calendario solidario con el fin de aportar su granito de arena a La Fundación para la Investigación y desarrollo del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Para ello contaron con la ayuda de profesionales de la fotografía, la imagen y el motor. Los modelos del calendario fueron seleccionados de entre las muchas personas que se interesaron por ceder su imagen. Pero para formar parte de este elenco había que firmar un compromiso. Un compromiso que les obligaba a tomar parte activa tanto en la venta como en la presentación del calendario. Esto es, acudir a los diferentes eventos en los que se pretendía publicitar y por que no, vender ejemplares. Si por lo que fuera no quisieran, o no pudieran cumplir con estos requisitos, se comunicaba a la organización y firmando una renuncia, estaban liberados. Nadie firmo tal renuncia, pero si hubo quien en las diferentes RRSS comunico su abandono por, según sus palabras, “irregularidades en la recaudación”.



Eso esta muy feo. Si de verdad crees que hay fraude, denuncia, firma la renuncia ante testigos y comunica el porque de la misma.
El día 19 en el Möma de Colloto, tuvo lugar la Clausura de dicho calendario. En el acto, se le hizo entrega del cheque con la cantidad recaudada al jefe médico del Hospital Nacional de Parapléjicos, quien tras una charla sobre avances e investigación, se presto a contestar a cuantas preguntas se le formularan.
Pues bien, era el momento de preguntar a las supuestas víctimas si habían tenido algún problema con el grupo organizador. Esperábamos que asistieran quienes han estado descalificando de forma constante a dicho colectivo solidario. ¡Pero no apareció nadie! Nadie pregunto por algo tan grave como el fraude en la recaudación. Nadie pregunto sobre irregularidades a quien mejor podía responder. Había en el acto mucha gente acusada que esperaba despejar cualquier duda sobre su honorabilidad. Profesionales que pueden verse perjudicados por esos necios y absurdos comentarios, pero no acudió nadie a sostener las afirmaciones vertidas de forma tan mezquina en las redes sociales.

 Aun así, yo quise saber que había de cierto en esos comentarios y me presente en la sala sin el conocimiento del médico y sin decir a los organizadores cual era mi intención. Sin problema alguno, Don José Antonio López de la Manzanara, Director Médico del Hospital Nacional de Parapléjicos, se presto a contestar mis preguntas, que le pillaron ciertamente por sorpresa. De forma categórica, y sin dejar el más mínimo resquicio a la duda, negó cualquier irregularidad por parte del grupo organizador del Calendario. No solo están encantados con la actividad, sino que se prestan a repetir el evento cuando ellos quieran. Han estado en continuo contacto con el grupo y sus representantes, e informados del desarrollo de la recaudación en todo momento. En definitiva, estaba sorprendido pero dispuesto, tanto el como su equipo, a colaborar en lo que fuera necesario para esclarecer, si hubiera algo poco claro, el asunto.
¡Seamos serios! Si se trata de un fraude, ponerlo en conocimiento de las autoridades, y que sean ellas quienes investiguen, Si se trata de una venganza por no se que cuestiones personales, no ensuciemos el colectivo motero con tantos disparates. Hagamos que sea cierta la tan cacareada hermandad y dediquémonos a lo nuestro, que no me parece poco.

17/8/15

EL ADIÓS A UNA DAMA



El tiempo no se detiene. Y con el tiempo llega la inevitable evolución, o involución, para según quien lo mire. Lo verdaderamente cierto es que los cambios se suceden y en mi caso sucedió hace relativamente poco. Después de casi una década con ella, decidí separarme de mi Dama. No hubo razón de peso, ni falta por su parte o la mía. Había llegado el momento. Fueron años de alegrías, de viajes y aventuras. Fueron años de mutuo compromiso. Nos cuidábamos mutuamente. Ella grande y elegante, yo torpe y cuidadoso. Ella potente y poderosa, yo listo y solícito…Durante este tiempo la he cuidado con mimo. La trate con respeto y admiración, haciéndola brillar cuando correspondía. Y ella  siempre me dio lo mejor de si. Hubo momentos de dolor, recuerdo un par de caídas, y ratos de autentico jolgorio. Cuando estrenaba gomas, o el día en el que repasamos uno a uno sus muchos cromados hasta hacerla parecer recién salida de la tienda…¡Buenos tiempos! Fuimos aprendiendo a confiar el uno en el otro, y nunca olvidamos lo aprendido. Pero, al igual que hay un ciclo de la vida, hay un tiempo para el cambio de montura. Y se presenta sin avisar, sin motivo. Simplemente llega. Y ese día llego hace  poco más de un mes. Ella necesitaba otros retos, nuevos horizonte, algo que yo no podía darle. Y lo vimos claro. Sin demasiadas lágrimas, aunque con bastante dolor, se fue para Galicia. Y mientras me despedía, se sucedieron ante mis ojos años de inolvidables imágenes, de entrañables recuerdos… ¡Y me pareció que me miraba poco antes de desaparecer calle abajo!


Pero La Dama hubiera querido que guardara poco duelo. Sabía de mi pasión por las rutas y me dejo claro que debía sustituirla cuanto antes. Y a ello me puse. Tenía entre las cejas una máquina determinada, por insistencia de ciertos amigos que llevaba tiempo disfrutándola, y busque la que más me convenía. ¡Pero tenía que poder personalizarla! Hacerle pequeños cambios que la convirtieran en algo mío. Así que me traje a casa una Varadero XL 1000 del 2006. Hay que hacerle algunas cosas, nada importante, las justas para dejarla como nueva y sentirla mía poco a poco. ¡Y empezamos a conocernos! Es alta, tal vez demasiado para alguien tan chico como yo. Pero todo tiene arreglo y bajando el asiento de gel  conseguí acomodármela. Más delgada que La Dama, se que no se ofende, me siento cómodo subido en ella. Ahora ruedo muy arriba, es otra sensación. Entro y salgo de las curvas de diferente manera. Más alegre, pero sin perder la prudencia de la que siempre hice gala. Y consume muy poco, ¡eso me encanta! No se si tiene nombre. Eso es algo que hay que descubrirlo con el tiempo y la confianza. Aunque siendo alta, delgada y de poco consumir…¡La Modelo!  No se, ya veremos. De momento pienso en el próximo cambio. Un amortiguador… ¡y algunas otras cositas que la van a hacer muy mía! 


La vida no se para. Y aunque nunca olvidaré los años con Yamaha, Honda es mi apuesta de futuro. El tiempo dirá si me equivoco, aunque por lo visto hasta el momento, no lo creo.

31/3/15

NOS VEMOS EN CANTABRIA




La carretera estaba tranquila. Saliendo con el cielo ligeramente nuboso, puse rumbo a Ribadesella. Iba a ser mi primera parada del día. Conozco bien la ruta, por lo que pude disfrutar de las curvas y del paso por los distintos pueblos de mi tierra. La Dama respondía y según me acercaba al final de la primera parte del viaje más se abría el cielo. Entre Ribadesella y Unquera, tenía que parar a saludar, tuve un pequeño susto con cierto enfurecido paisano, que no entendía el respeto de un motero por los límites de velocidad marcados. Pero ni eso logro borrarme la sonrisa. Decidí entonces salir de la Nacional y viajar por la costa siguiendo la CA 131. Cantabria cerca del mar me fascina y pueblo tras pueblo disfrutaba del sol, del aroma y de la ruta. Carreteras en buen estado que me iban descubriendo paisajes de un verde espectacular.

Suances estaba en mi recuerdo, por lo que dirigí la moto hacia el puerto. Allí me encontraría con Kike y Ana, además de un pequeño grupo de amigos. La idea era picotear un poco. Al llegar les conocí. Y vi que era bueno (que bíblico estoy). Kike me comento la idea de recoger un par de motos en Miferso, Santander, que Suzuki le dejaba para probar todo el fin de semana. En principio, aunque lo pensé, no estaba convencido. Pero fue entonces cuando en los telares del destino se empezaron a tejer lo hilos de nuestro inmediato futuro. El de un fin de semana espectacular.

Retrocedamos. Una amiga de Kike iba a asistir con su nueva moto, la antigua, se quedaba en León, e iba a pasar a manos de otro amigo. Atentos, que la cosa se complica. La nueva moto no estaba lista, por lo que esa desolada motera reclamo la ayuda de una amiga, que todavía no había salido de León. Esta amiga, busco un carro para llevar su moto, y la antigua de la desolada muchacha… ¡No, si no ha terminado!
Esta historia fue contada por partes durante la comida en la que conocí a la desolada y encantadora Alejandra. A pesar del inconveniente de no tener su nueva montura, Alejandra no perdió la sonrisa en todo el día.

Unamos esta historia con la de Jesús,  un hombre de peso. Pues bien, Jesús, el nuevo propietario del limocete de Alejandra, partía de Madrid con su custom retocada para, en teoría llegar a Suances a comer. Pero no llegaba. Kike nos comento, que se la había parado la moto en Lerma y venía en taxi para unirse, de paquete, a la aventura. Y llego Jesús. Casi sin tiempo para comer, Kike le cometo lo de las dos motos prestadas, y a pesar de no estar muy convencido, eso le atraía más que pasar el fin de semana pegado a la espalda de alguien. 

Entonces, de nuevo intervinieron los Dioses. Ana le pregunto si no prefería montar en una custom, ya que yo había mostrado algún interés en probar la Suzuki. Me miró, dijo que estaría bien y sin pensarlo demasiado, a toda prisa, le deje las llaves de la Dama y marchamos a recoger las VStrong.
De esta manera, la desolada Alejandra pudo tener moto. Jesús, el averiado, también iba a rodar pilotando, y no a modo de Koala. Y yo, me dispuse a pasar el fin de semana a lomos de una Trail un poco alta para mi escasa estatura. ¡Todo arreglado! ¡Y todo estaba ya escrito!

De Santander a Solares, hogar de Kike y Ana, para dejar el coche y volar hacia el lugar en el que habíamos quedado para tomar una copa con el resto de los comensales de esa noche. A mitad de camino recogimos a Sergio, navegante perdido que se uniría a la expedición. Y por fin en el Punto y Aparte. Algunas risas empezaron a aflorar, producto de las ganas de pasarlo bien. Pude entonces conocer un poco más a mis compañeros de aventura. Gente buena, normal, lo que es mucho dado la cantidad de estúpidos por metro cuadrado que hay últimamente por el mundo…Éramos un grupo dispar, pero con la misma pasión por las motos. Hablando con ellos aprendí cosas de la Goldwing, de la Shadow y de sus pilotos. Pero solo estábamos empezando.

Los talantes se iban descubriendo. Y según avanzábamos en el conocimiento mutuo, se nos soltaba la chispa. Bromas y chistes volaban de esquina a esquina en una habitación repleta de buen rollo. Ana y Kike nos habían preparado una velada que resulto esclarecedora. Perfectos desconocidos hasta unas horas  atrás, nos mostrábamos abiertos, desinhibidos y quienes apenas tenemos gracia resultábamos divertidos. ¡Fue genial!

En este punto es cuando suelo comentar la ruta. Pero creo que no es lo importante. Baste saber que recorrimos buena parte del Valle de Cabuérniga, el municipio de Rionansa y alguno de los más bonitos pueblos de la costa cantabra. Y ver tantas motos circulando al sol, era un espectáculo para detenerse a contemplarlo. 

De modo que hablemos de lo que importa. En el transcurso de la ruta, parada tras parada íbamos conociéndonos un poco más. Había cercanía entre personas apenas conocidas. Y eso no es muy normal que ocurra. Al menos a mi hacía mucho tiempo que no me ocurría. Volver a ver a Sergio y a Kike, a quienes conozco desde hace mucho tiempo fue un verdadero placer, aunque me falto Cris para que hubiera sido perfecto. Pero lo más sorprendente, y creedme que no me sorprendo con estas cosas desde hace demasiado tiempo, fue encontrarme tan a gusto con personas que no conocía. No quiero ponerme sentimental, pero lo cierto es que emociona encontrar gente con la que puedas mostrarte tal y como eres, y sobre todo, tal y como eras con 30 años menos, sin que te sientas señalado o juzgado por el resto.

En definitiva, señoras y señores, ha sido un fin de semana especial. Un buen grupo de personas reunidas para olvidar “lo que no fuera vida(1), y disfrutar de una jornada de motos, sol y amigos.
Con lo visto en estos días, no solo no me importa volver a rodar con este variopinto grupo, si no que estoy deseando volver a hacerlo. Un verdadero placer amigos. Hasta muy pronto, espero.

(1) Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia, quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida. Dejar de lado todo lo que no fuera vida, para no descubrir en el momento de la muerte que no había vivido. H.D. Turó

Algunas fotos más










Pues esto ha sido todos. Espero que hayais disfrutado del fin de semana, y un poco de este reportaje. Gracias a los fotografos, en especial a Conchi por sus hermosas retrataduras ( y por dejarme robarlas). Y un especial agradecimiento a Kike y Ana por invitarme. 
En Asturias, 31 de Marzo de 2015



8/3/15

¡A Barcena con Ratrios!



¡La verdad, es agotador! Tanto orgasmo y tanto chocho me dejan sin fuerzas. Y es que salir con los Ratrios ha sido una experiencia tan agotadora como las 50 sombras del Grey ese. Partiendo de El Steel a las 10 de la mañana, pronto se vio que había ganas de rodar. El tiempo iba a acompañar, seguro, hasta el final. ¡O casi!, pues entrando en Asturias sufrimos dos de las molestias más puñeteras de cualquier ruta. El sol de frente y la niebla. ¡Si amiguitos!, niebla en Asturias.


Pero volvamos atrás. Un buen grupo de compañeros, se veía la confianza entre ellos, se reunieron para hacer unos cuantos kilómetros  juntos. Un total de 414. Y luego estaba yo. Salimos hacia Barcena Mayor a buen ritmo, alegres, disfrutando del día, que pintaba de lujo, y llegamos hasta Unquera, donde paramos para el primer café de la mañana.
Mucha complicidad entre quienes ya han viajado juntos, aunque no quedo claro si hubo monta entre ellos o no la hubo (Paiza hace cosas muy raras cuando duerme), por lo que las risas estaban garantizadas.


En Barcena, un pueblo que hay que ver, una vez, paseamos, hicimos fotos y seguimos paseando. Después al área recreativa, donde entre orgasmos y chochos comimos como si no hubiera un mañana.


 Y de nuevo en ruta, hasta Correpoco, curioso lugar que me sirvió para tomar un cafetín y seguir conociendo a mis compañeros. Y por si no habíamos quedado satisfechos con los adoquines de Barcena, la siguiente parada fue en Santillana del Mar. Ahí, he de decir que me escaquee al ver una terracita donde el solete me llamaba mientras el resto pateaban las calles de la bonita ciudad Cantabra…
Y de ahí para casa, que ya estuvo bien.
En definitiva, un buen día de moto (momento del peloteo), rodeado de buena gente y con buena comida. ¿Que más se puede pedir?