13/6/14

Taramundi



“Taramundi es un concejo abrupto y quebrado, formado por sierras y montañas en forma de lomas redondeadas, colladas y cordales continuos, así como pequeños valles estrechos formados por diferentes ríos y riachuelos”

Así comienza  una de las entradas de la página oficial del Ayuntamiento de Taramundi. Y puedo decir que hay mucho de verdad en todo ello, pero desde la moto, los pequeños valles se tornan grandes y espectaculares, y los ríos y riachuelos atrapan tu atención desde que los encuentras hasta que los abandonas. La ruta hacia allí es entretenida. Para alguien que disfruta viajando en moto, eso ya es un plus. Y luego están las personas. Gente entrañable y dispuesta a entregarte su tiempo para que acabes enamorándote del concejo.
Y hacia ese concejo partimos formando un divertido grupejo de motos. Gracias al buen talante de los AKK, que permitieron a este cronista unirse a la comitiva, pude disfrutar de su compañía y de los paisajes que se nos presentaban tras cada curva. 

No es fácil encontrar personas que sientan el viaje como yo lo siento, gente que disfrute de la ruta y no del destino. Y eso es lo que ocurre cuando viajo con ellos. Cada kilómetro es para sentirlo, cada tramo para vivirlo y luego comentarlo y el obligado alto para comer, se torna en rápida conversación sobre la ruta. Y luego a seguir que hay más tramos para disfrutar. Me gustan estos tipos.

El concejo resulta arrebatador desde que lo pisas. Viajando a mi velocidad, a veces un poco lenta, disfrutas de sus colores y sonidos. Del olor a hierba mojada del borde de los ríos, de la historia. Y por supuesto de la compra de navajas. Hay quien ya tiene una colección importante, producto de las veces que paso por Taramundi. Yo soy más discreto y solo tengo una, aunque creo que esta es la cuarta vez que fui por esa zona. Y os aseguro que no será la última.

Como de bien nacidos es ser agradecidos, he de dar las gracias a Javi "El Viajero" por las fotos que me permitio robarle.

25/3/14

Por Llanes con A.K.K.



¡BUENOS DIAS…Y BUENA RUTA!

Amaneció completamente despejado. ¡No me lo podía creer! Eran las 8.00 cuando desperté y al mirar por la ventana pude ver un cielo increíblemente azul. Mientras preparaba los bocadillos, se me hacía la boca agua pensando en lo completo que iba a ser el día. Nueva gente, muchos kilómetros y paisajes, preciosos paisajes embellecidos por el sol que sin duda nos iba a acompañar. La cita era a las 9.00 en Gijón, y hacia allí conduje mi Dama con presteza. Llené el depósito mientras saludaba a algunos antiguos compañeros de viaje. ¡El día comenzaba bien!
Sin demasiada demora, una novedad (esta gente se lo toma en serio), salimos hacia Villaviciosa, donde  se nos unirían más moteros del grupo. Algo que iba a suceder a lo largo de las primeras horas de la mañana, ya que también en Posada de Llanes, donde había prevista una parada para el primer cafetín, íbamos a encontrarnos con un par de motos más. Después, se sucedieron los kilómetros por algunas carreteras por mi desconocidas, y otras más familiares. Todo era perfecto. Mi Dama respondía y el sol comenzaba a calentar. Pero supongo que no todo iba a ser estupendo. Un despiste y di con mis huesos en el asfalto.
¡Nada grave! Un susto que dejo maltrecha a mi compañera y herido mi orgullo. Pero gracias a la eficaz labor de mis anfitriones, salimos del trance sin más complicaciones. Tras dar un baño a la moto para comprobar si había daños ocultos, seguimos en ruta.
El lugar elegido para la pitanza fue el área recreativa de Guadamía, donde no pudimos ver los Bufones en acción ya que la mar estaba tranquila, para variar.
Allí sacamos las viandas y entre risas y chistes sobre cucarachas y otros animalejos, contando anécdotas y riendo por poder disfrutar de otro día, dimos buena cuenta del festín. Mientras comíamos, tuve tiempo de observar a mis anfitriones. Formaban un particular grupo los AKK.
Cada uno con su idiosincrasia, pero todos por la misma labor. Disfrutar de su pasión de la mejor manera posible. Dentro de la llamada cultura del parche, en la que estoy metido desde hace tiempo, este particular grupo monta tanto japonesas como americanas, o alemanas, que también hubo una BMW. Pero la mayoría llevaba una “Custom” más o menos personalizada. Todos y cada uno de ellos me acogieron sin reservas, sin preguntas y con ánimo de repetir la experiencia. ¡No saben donde se meten! Reí  a gusto durante la comida y sin prisa, pero sin pausa, recogimos y de vuelta a la carretera.
La idea era tomar el café en Ribadesella. Y elegimos otro de los emblemáticos establecimientos de la localidad.  Allí tuvimos tiempo de conocernos un poco más. Y comenzaron las despedidas. Algunos Marchaban para Posada y el resto de vuelta al centro. Eso si, con parada en Sevares para tomar la última cerveza en La Pérgola, uno de los habituales lugares de reunión de Astur Kustom Kulture. Juntos comentamos las peripecias del día, no sin cierto cachondeo  hacia este narrador por su excursión al asfalto, que hasta eso resulto divertido en una jornada de abundantes kilómetros, buena compañía y sol. Mucho sol, ¡que ya era hora!
Después de un rato, volvimos a la carretera, ya que no quedaba más remedio que volver a casa. Últimos kilómetros en compañía hasta que poco a poco, nos fuimos separando para dirigir nuestras monturas a su lugar de descanso, que también se lo merecían tras casi 300 Km. de asfalto. 

Mientras saboreaba  un Gin Tonic  escuchando el LP “On the Night”, de los Dire Streets, repase cada momento del día disfrutando de nuevo con el recuerdo de otra inolvidable ruta, esta vez en compañía. 

Dejo otras imágenes que sirven también como agradecimiento a los fotógrafos, Javi y Kenia, que me han permitido usar su trabajo para dar lustre al reportaje
 







9 de Marzo 2014. LLanes