Lo
que tiene el mundo de las motos, es que puedes encontrar gente de todo tipo.
Unos que van a lo suyo, es decir, que salen a rodar y vuelven a casa
satisfechos, y otros que siempre están pensando en como hacer que los amantes
de las motos puedan sacar el máximo partido a esta pasión. Este es el caso de
Cuco Manzano. Un veterano piloto de competición al que se le ilumina el rostro
cada vez que recuerda cualquiera de sus aventuras a lo largo de los años. Es un
caballero curioso este Cuco. Generoso en palabras y prodigo en sonrisas,
siempre anda buscando la manera de compartir su amor por este extraordinario
mundo de las motos.
Y
en estas se hallaba cuando encontró la manera de aunar la típica gastroruta,
con la necesidad de dar salida a ese material, accesorios, ropa etc…que todos
tenemos en casa y que por distintas razones dejamos de usar sin que se aprecie
demasiado el paso del tiempo. Y tramó uno de los eventos que más han
sorprendido en los últimos tiempos a propios y extraños. El propio Cuco
comentaba que no pudo imaginar, recordando lo ocurrido el pasado año, que tantísimas
gente acudiera a pasar el día al Mercadillo.
Para
ponerlo en contexto, Cuco comenzó a pensar en ello hace un par de años y viendo
que el Chiringuito de Arriondas, lugar de inevitable parada para quienes rueden
por el oriente Asturiano, es un gran punto de encuentro, se lo comento a Bea.
Una mujer que merece todo el reconocimiento por haber convertido aquel lugar en parada imprescindible para los
moteros del norte de España.
Ávida
de novedades y siempre dispuesta a colaborar, Bea consiguió los permisos de la Escuela de Piragüismo,
lugar en el que se encuentra el Chiringuito, y ambos se pusieron manos a la
obra. El resultado en tan solo dos años, no puede ser mejor.
Pero
Cuco, caballero prudente donde los haya, se puso a mi disposición para aclarar
algunas de las cosas que, inevitablemente, saltan a la palestra cuando se
organiza un evento de estas características. Y en una charla más que
interesante, me dejo claro dos puntos. El primero. Es un encuentro entre
particulares que quieren vender o cambiar todo aquello que se va acumulando año
tras año, en casa. De esta forma, abrió una página en Facebook en la que
anunciar lo que se iba a poner a la venta. Cada uno colgaba sus prendas para
que los interesados pudieran ir eligiendo lo que iban a llevarse. Pero eso si,
el intercambio debía hacerse el día del Mercadillo. No quería que se
convirtiera en una página más de venta por Internet. No habrá lugar para los
negocios del gremio, todo el que lleve algo el día de la venta tiene que ser
particular, unos con más parafernalia, y otros con la típica manta en el suelo
exponiendo los artículos de la mejor manera posible, pero de forma
totalmente particular.
Y
como segundo punto, y tal vez el más conflictivo de los dos, Cuco quiso
asegurarme que nadie se lleva porcentaje alguno de los diferentes intercambios
que puedan darse durante el Mercadillo. Un punto en el que Cuco insistió
vehementemente durante nuestra conversación. Ya sabemos que siempre hay lenguas
de doble filo que dan pábulo a los rumores malsanos.
Y
llegó el 10 de Abril. La mañana prometía agua, pero desde primeras horas,
durante la colocación de los numerosos artículos que se llevaron, se vio que la
gente estaba impaciente por ver lo que nos ofrecían los vendedores. La entrada
al chiringuito se vio colapsada a media mañana. Hasta un punto en el que el
propio Cuco tuvo que hacer las veces de aparcacoches porque el parking se lleno
de motos y coches dispuestos a celebrar la idea con una participación masiva.
¡Impresionante! Con todo el que hablabas te hacía notar dos cosas. La falta que
estaba haciendo un evento como este, y la cantidad de gente que fue a curiosear
y comprar al II Mercadillo Motero.
Y
durante todo ese tiempo, la barra del chiringuito, no cesaba de ofrecer cuanto
los moteros necesitaban. Algo de comer, algo de beber, y alrededor, Bea siempre
con una sonrisa. Que por cierto es algo que se comenta y parte importante para
que el Chiringuito siempre tenga buena prensa y buena gente
Pero,
pese a la marabunta, al jaleo, y al cansancio de ambos, ya están preparando el
siguiente. Según Cuco, podría ser en Septiembre. Y hacer dos cada año. Uno
antes de que comience la temporada, Abril/Mayo será buena época, y otro al
final, más o menos, de la misma. De esa manera hay dos oportunidades de hacer
esos cambios que se nos van ocurriendo mientras rodamos en moto.
A
modo de anécdotas, podemos comentar la cantidad de precios que se podían
observar en los productos. Desde quienes pretendían sacar partido de sus complementos,
precios elevados y poca fortuna en la venta, hasta quienes bajaban los precios
para dar oportunidades a los demás. Quien sabe de esto comentaba que en el
primer caso, es muy probable que se vuelvan a casa con su inventario, mientras
que los otros vendían rápidamente aquello que habían expuesto.
Resulto
pues, un gran éxito, tanto para los vendedores como para los compradores. Y
este éxito, vaticina buenas ventas para los próximos que se celebren.
3 comentarios:
Gracias por plasmar en este reportaje el verdadero espíritu del Mercadillo. Ni una sola objección a todo lo expuesto.
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