¡La
verdad, es agotador! Tanto orgasmo y tanto chocho me dejan sin fuerzas. Y es
que salir con los Ratrios ha sido una experiencia tan agotadora como las 50
sombras del Grey ese. Partiendo de El Steel a las 10 de la mañana, pronto se
vio que había ganas de rodar. El tiempo iba a acompañar, seguro, hasta el
final. ¡O casi!, pues entrando en Asturias sufrimos dos de las molestias más
puñeteras de cualquier ruta. El sol de frente y la niebla. ¡Si amiguitos!,
niebla en Asturias.
Pero
volvamos atrás. Un buen grupo de compañeros, se veía la confianza entre ellos,
se reunieron para hacer unos cuantos kilómetros juntos. Un total de 414. Y luego estaba yo.
Salimos hacia Barcena Mayor a buen ritmo, alegres, disfrutando del día, que
pintaba de lujo, y llegamos hasta Unquera, donde paramos para el primer café de
la mañana.
Mucha
complicidad entre quienes ya han viajado juntos, aunque no quedo claro si hubo
monta entre ellos o no la hubo (Paiza hace cosas muy raras cuando duerme), por
lo que las risas estaban garantizadas.
En
Barcena, un pueblo que hay que ver, una vez, paseamos, hicimos fotos y seguimos
paseando. Después al área recreativa, donde entre orgasmos y chochos comimos
como si no hubiera un mañana.
Y de nuevo en ruta, hasta Correpoco, curioso
lugar que me sirvió para tomar un cafetín y seguir conociendo a mis compañeros.
Y por si no habíamos quedado satisfechos con los adoquines de Barcena, la siguiente
parada fue en Santillana del Mar. Ahí, he de decir que me escaquee al ver una
terracita donde el solete me llamaba mientras el resto pateaban las calles de
la bonita ciudad Cantabra…
Y
de ahí para casa, que ya estuvo bien.
En
definitiva, un buen día de moto (momento del peloteo), rodeado de buena gente y
con buena comida. ¿Que más se puede pedir?
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