Uno
de los primeros moteros de este país. A lomos de "La Poderosa",
una Montesa Impala, el mecánico solitario y egoísta, al que da vida
un genial Alfredo Landa, emprende un viaje hacia Torremolinos. Una
aventura sobre la moto, con la que todos los que viajamos sobre dos
ruedas nos hemos sentido identificados. ¿Quien no habla de vez en
cuando, o casi siempre como es mi caso, mientras rueda hacia
cualquier destino? Don Alfredo pasaba por ser un cómico de medio
pelo después de las películas en las que bordaba uno tras otro los
personajes que le ponían por delante. Llegue a oír que no tenía
ningún talento. Y llego El Puente. Una apuesta de Juan Antonio
Barden en la que nos mostró a un Landa impresionante. Ahí empece a
buscar sus películas. Me sentí identificado con el motero resignado
y sufridor y a lo largo del metraje descubrí un gran actor. Y
después, tres años más tarde, Las Verdes Praderas. ¡Hay que
verla!. Son ya cuatro veces las que he visto esa película. Es uno de
los tesoros de mi colección en DVD. Tiene escenas de una intensidad
que ya quisieran muchos de los actores considerados como tales, en
gran medida por su juventud no por su talento, en ocasiones
escasisimo.
Pero
cuando me demostró lo que ha sido como actor, fue en El Crack. Dos
partes diferenciadas en esa cinta. La primera divertido y acertado,
la segunda durísimo y genial. Y para que mencionar Los Santos
Inocentes o El Rey del Rio, época en la que asombró con su
versatilidad y comprensión de los personajes. Todavía ayer leí que
se trataba de uno de los últimos representantes del mal cine
Español. ¡Malos críticos es lo que hay de sobra!. Y mucha envidia.
Descanse
en paz Don Alfredo y desde aquí mi respeto y admiración.