Yo solía ir a despedir el año en el Fitu, pero en esta ocasión
y por motivos que no viene al caso, he preferido acercarme al Chiringuito y
ayudar un poco, apenas nada, en el montaje que Bea ofrece cada año. A las 8,30
de la mañana ya estaba allí preparándolo todo. He podido ver el trabajo que
lleva tener todo lo que ofrece a los moteros y hoy siento un poco más de
cariño, si cabe, por esta dicharachera chigrera. No voy a aburriros contando
las interioridades del montaje, pero todo el agradecimiento que se que le
muestran quienes la conocen, es poco dado el trabajo que realiza. Se que no le
va a gustar que diga esto, pero creo que es de bien nacidos ser agradecidos y
yo al menos, visto lo visto, voy a intentar mostrarle mi gratitud con un poco más
de intensidad cada año.
En esta ocasión la jornada comenzó con buenas expectativas.
A las 10 de la mañana hacía un tiempo espectacular, y la gente llegaba de buen
humor y con ganas de celebración. Según fue avanzando la mañana, las nubes se
cerraron sobre Arriondas y quienes esperaron para subir, encontraron un muro de
agua que ya no paro hasta pasadas las 5 de la tarde.
Un año más cumplimos la tradición. Feliz Año Nuevo a todos y
hasta la próxima ruta.