Ya ha pasado un año. Y lo cierto es que
podría escribir lo mismo que el año pasado sobre el éxito de esta 2ª KKDD
Fronterizas. Porque lo mío es escribir. Escribir a cerca de mis sensaciones, de
mis sentimientos y mis opiniones sobre lo que vivo en este mundo de las dos
ruedas. Y lo que he vivido este fin de semana ha sido estupendo. Podría hablar
de las organizadoras, pero ya las conocéis. Se desviven porque este proyecto
salga lo mejor posible. Poco loables serían mis apreciaciones si encontrara las
palabras que las describieran.
Podría hablar de la ruta, cuidada con esmero
y con la parada adecuada en el lugar idóneo, pero sería tonto pretender igualar
en un escrito lo que vivimos en primera persona.
Y que decir del ágape y posterior condumio
con el que nos obsequiaron...solo que si pretendes mantener la línea, tendrás
una enorme tentación a la que sobrevivir.
Lo de la gente es otro cantar. Llegados de
Asturias, Cantabria, León y alguno de otros lugares cercanos, los asistentes
colaboraron en el éxito del encuentro con su buen humor y providencial
apetito.
Solo me queda dar las gracias a mis patitas
y a quienes compartieron mesa conmigo. Fue realmente fantástico conoceros a
algunos y reconoceros a otros. Además, me lleve uno de los mejores regalos de la
jornada, ¿se puede pedir más? Solo que pase pronto un año para volver a
reunirnos en Las Cumbres